1. Mantén una rutina
Mantén tu rutina matutina. Levántate, date una ducha, vístete e incluso podrías caminar un poco antes de sentarte frente al ordenador y ponerte a trabajar. El hecho de que puedas quedarte en pijama no implica que debas hacerlo.
2. Elige un lugar de trabajo específico
No cometas el error de trabajar desde tu dormitorio porque pronto comenzarás a relacionarlo solo con el trabajo. Si esto sucede, podría afectar tus patrones de sueño. Por ello, un excelente consejo que tenemos para darte es que destines un lugar para trabajar exclusivamente. Si puedes, invierte en una silla cómoda prestando atención a la postura para evitar el «tech neck». Es decir, si no puedes utilizar una pantalla externa, al menos intenta colocar tu ordenador portátil en una pila de libros para darle un poco de tregua al cuello. Incluso puedes ponerte de pie durante las teleconferencias.
3. Establece tus objetivos y tómate descansos
Siempre hay una buena oportunidad para pulir tus habilidades de gestión, en especial trabajando desde casa. Comienza cada día identificando lo que debes hacer y cómo pretendes hacerlo. Nuestro consejo es que dediques tiempo en tu agenda para los descansos, no solamente para asegurarte de que tu planificación sea realista, sino también para asegurarte de contar con tiempo para recargarte.
4. Refuerza la comunicación
Normalmente pasamos la mayor parte del tiempo cerca de nuestros colegas, lo cual permite estar sincronizados sin grandes esfuerzos. Ahora que no contamos con esa proximidad tenemos que ser conscientes para mantener la comunicación abierta. Afortunadamente en la actualidad existen miles de herramientas disponibles para ayudarnos con videoconferencias, chats digitales, e incluso pizarras o programas de colaboración digitales. Y no lo olvides: con tanta comunicación digital, la empatía es más importante que nunca. Intenta recordarte a ti mismo de adoptar siempre una actitud positiva, incluso aunque en el último mensaje del chat te hubiera gustado leer otra cosa.
5. Procura cuidar de ti mismo
En épocas de autoaislamiento es fácil cuestionarse el significado de ser feliz y productivo. Por ejemplo, la importancia de cuidarse a uno mismo. Quizás te sea útil hacerte un tiempo todos los días para hacer ejercicio. Quizás te venga bien dedicar un tiempo a meditar. O quizás simplemente te baste con asegurarte de tomar los descansos que has planificado. Independientemente de que estés en la oficina o en tu casa, debes priorizar tu propia salud y seguridad.
6. Busca un lugar para trabajar
Permitir el trabajo desde casa fue una decisión fácil de los empleadores para que el personal siga siendo productivo con un ordenador portátil y un smartphone. Sin embargo, tu casa podría no estar preparada para funcionar como oficina. Busca la mesa y la silla que te permitan adoptar la mejor postura para trabajar. Organízate para montar y desmontar tu oficina todos los días. Necesitas un lugar cómodo a donde ir, sin enloquecer a tu familia con oficinas permanentes en distintos lugares de la casa.
7. Planifica tu día de forma diferente
Nuestros días laborales en la oficina varían según nuestra profesión. Para la mayoría de nosotros el cambio más grande es la supresión temporaria de las reuniones cara a cara. Dedica un poco de tiempo a determinar qué es fundamental y posible de hacer en esta nueva situación. Las reuniones que siguen siendo fundamentales se llevarán a cabo en forma virtual, ya que es la única forma que queda de colaborar. Prevé que tendrás más tiempo para dedicar a tareas específicas cuya definición y conducción dependen de ti. Asimismo, la hora del almuerzo (con alguien que cocina para ti) es un descanso fundamental para hacer a mitad del día. Una buena manera de sumar a la rutina es planificar un menú semanal para el almuerzo. Cocinar de cero el almuerzo todos los días lleva mucho tiempo. La entrega a domicilio de restaurantes locales puede ser una buena opción para aportar a los comercios locales.
8. Asegúrate el acceso a banda ancha y herramientas
El valor real de las pantallas dobles, un mouse extra y una buena conexión a Internet puede no saltar a la vista en el trabajo, pero pronto lo descubrirás. Tu base de trabajo en casa serán tu smartphone y tu ordenador portátil, junto con una buena conexión fija y móvil a la banda ancha a prueba de alto tráfico. Habrá varias personas trabajando desde casa y, al mismo tiempo, estarán las tareas de educación/los juegos de tus hijos. Si utilizas audio únicamente para las teleconferencias diarias, podrías considerar utilizar vídeo también. Las videoconferencias son una buena manera de recuperar parte de la interacción personal de las reuniones cara a cara.
9. Concéntrate, con tu familia alrededor
Puede ser que no estés solo en casa. Dos adultos que trabajan desde casa es el nuevo escenario en muchas familias, y la educación en el hogar para tus hijos hace la ecuación aún más compleja. El gran desafío que enfrentamos todos es el de mantener la concentración en este nuevo entorno. Para contribuir a la concentración, pueden organizar turnos para las tareas escolares. Ayúdense mutuamente para poder mantener reuniones virtuales en forma simultánea. La clave de tu productividad consiste en contar con un tiempo sin interrupciones para las tareas que debes realizar.
10. Experimenta y mejora tus habilidades digitales
En las próximas semanas quedarán expuestas tus falencias en materia de habilidades digitales. Se trata de una gran oportunidad para transformar defectos en futuras ventajas. Aprovecha esta oportunidad para experimentar con nuevas herramientas y habilidades digitales. Crea vídeos cortos o podcasts para tus clientes. Esta es una excelente oportunidad para seguir buscando el progreso antes de la perfección en nuevas áreas.
1. Mantén una rutina
Mantén tu rutina matutina. Levántate, date una ducha, vístete e incluso podrías caminar un poco antes de sentarte frente al ordenador y ponerte a trabajar. El hecho de que puedas quedarte en pijama no implica que debas hacerlo.
2. Elige un lugar de trabajo específico
No cometas el error de trabajar desde tu dormitorio porque pronto comenzarás a relacionarlo solo con el trabajo. Si esto sucede, podría afectar tus patrones de sueño. Por ello, un excelente consejo que tenemos para darte es que destines un lugar para trabajar exclusivamente. Si puedes, invierte en una silla cómoda prestando atención a la postura para evitar el «tech neck». Es decir, si no puedes utilizar una pantalla externa, al menos intenta colocar tu ordenador portátil en una pila de libros para darle un poco de tregua al cuello. Incluso puedes ponerte de pie durante las teleconferencias.
3. Establece tus objetivos y tómate descansos
Siempre hay una buena oportunidad para pulir tus habilidades de gestión, en especial trabajando desde casa. Comienza cada día identificando lo que debes hacer y cómo pretendes hacerlo. Nuestro consejo es que dediques tiempo en tu agenda para los descansos, no solamente para asegurarte de que tu planificación sea realista, sino también para asegurarte de contar con tiempo para recargarte.
4. Refuerza la comunicación
Normalmente pasamos la mayor parte del tiempo cerca de nuestros colegas, lo cual permite estar sincronizados sin grandes esfuerzos. Ahora que no contamos con esa proximidad tenemos que ser conscientes para mantener la comunicación abierta. Afortunadamente en la actualidad existen miles de herramientas disponibles para ayudarnos con videoconferencias, chats digitales, e incluso pizarras o programas de colaboración digitales. Y no lo olvides: con tanta comunicación digital, la empatía es más importante que nunca. Intenta recordarte a ti mismo de adoptar siempre una actitud positiva, incluso aunque en el último mensaje del chat te hubiera gustado leer otra cosa.
5. Procura cuidar de ti mismo
En épocas de autoaislamiento es fácil cuestionarse el significado de ser feliz y productivo. Por ejemplo, la importancia de cuidarse a uno mismo. Quizás te sea útil hacerte un tiempo todos los días para hacer ejercicio. Quizás te venga bien dedicar un tiempo a meditar. O quizás simplemente te baste con asegurarte de tomar los descansos que has planificado. Independientemente de que estés en la oficina o en tu casa, debes priorizar tu propia salud y seguridad.
6. Busca un lugar para trabajar
Permitir el trabajo desde casa fue una decisión fácil de los empleadores para que el personal siga siendo productivo con un ordenador portátil y un smartphone. Sin embargo, tu casa podría no estar preparada para funcionar como oficina. Busca la mesa y la silla que te permitan adoptar la mejor postura para trabajar. Organízate para montar y desmontar tu oficina todos los días. Necesitas un lugar cómodo a donde ir, sin enloquecer a tu familia con oficinas permanentes en distintos lugares de la casa.
7. Planifica tu día de forma diferente
Nuestros días laborales en la oficina varían según nuestra profesión. Para la mayoría de nosotros el cambio más grande es la supresión temporaria de las reuniones cara a cara. Dedica un poco de tiempo a determinar qué es fundamental y posible de hacer en esta nueva situación. Las reuniones que siguen siendo fundamentales se llevarán a cabo en forma virtual, ya que es la única forma que queda de colaborar. Prevé que tendrás más tiempo para dedicar a tareas específicas cuya definición y conducción dependen de ti. Asimismo, la hora del almuerzo (con alguien que cocina para ti) es un descanso fundamental para hacer a mitad del día. Una buena manera de sumar a la rutina es planificar un menú semanal para el almuerzo. Cocinar de cero el almuerzo todos los días lleva mucho tiempo. La entrega a domicilio de restaurantes locales puede ser una buena opción para aportar a los comercios locales.
8. Asegúrate el acceso a banda ancha y herramientas
El valor real de las pantallas dobles, un mouse extra y una buena conexión a Internet puede no saltar a la vista en el trabajo, pero pronto lo descubrirás. Tu base de trabajo en casa serán tu smartphone y tu ordenador portátil, junto con una buena conexión fija y móvil a la banda ancha a prueba de alto tráfico. Habrá varias personas trabajando desde casa y, al mismo tiempo, estarán las tareas de educación/los juegos de tus hijos. Si utilizas audio únicamente para las teleconferencias diarias, podrías considerar utilizar vídeo también. Las videoconferencias son una buena manera de recuperar parte de la interacción personal de las reuniones cara a cara.
9. Concéntrate, con tu familia alrededor
Puede ser que no estés solo en casa. Dos adultos que trabajan desde casa es el nuevo escenario en muchas familias, y la educación en el hogar para tus hijos hace la ecuación aún más compleja. El gran desafío que enfrentamos todos es el de mantener la concentración en este nuevo entorno. Para contribuir a la concentración, pueden organizar turnos para las tareas escolares. Ayúdense mutuamente para poder mantener reuniones virtuales en forma simultánea. La clave de tu productividad consiste en contar con un tiempo sin interrupciones para las tareas que debes realizar.
10. Experimenta y mejora tus habilidades digitales
En las próximas semanas quedarán expuestas tus falencias en materia de habilidades digitales. Se trata de una gran oportunidad para transformar defectos en futuras ventajas. Aprovecha esta oportunidad para experimentar con nuevas herramientas y habilidades digitales. Crea vídeos cortos o podcasts para tus clientes. Esta es una excelente oportunidad para seguir buscando el progreso antes de la perfección en nuevas áreas.